El Capital Social, clave en las empresas

Cuando la palabra Capital aparece en cualquier sitio enseguida nos viene la imagen propia del materialismo y que ha tenido su auge con el capitalismo occidental.
En muchas ocasiones me pregunto ¿Qué hace que unas empresas triunfen, o salgan adelante y otras no?. Siempre he querido encontrar patrones de las Empresas Exitosas de aquellas que no lo han sido, aunque no suelen salir en los medios de comunicación.
¿Cuál es la clave del Éxito en una organización?
Después de 18 años como Empresario creía haber encontrado algunas de esas claves, pero la sombra de la duda se cierne cuando si se dan circunstancias desfavorables ¿Las claves serían las mismas o cambiarían?
Hace poco he podido ver con atención una Charla TED de una prestigiosa Directiva norteamericana (como no puede ser de otra manera) llamada Margaret Heffernan en donde hablaba del Capital Social. Os dejo el enlace de la conferencia que considero muy interesante

Margaret defiende que conocerse entre los empleados garantiza el trabajar mejor y conseguir más resultados, ya que eso hace que aumente el Capital Social de la compañía.
Los suecos hablan de pausas para el café para poder interrelacionarse y lo denominan Fika. Estos nórdicos han llegado a la conclusión que este café es bueno para poder establecer lazos sociales y mayor conocimiento de las personas, que luego tienen que trabajar juntos para conseguir unos resultados.

Esta posibilidad de conocerse mejor, hace que se vayan creando lazos de unión, que posteriormente genera interdependencia para generar confianza y lealtad entre los componentes del grupo.
Esto es lo que compone el Capital social de una compañía. Ya que cuando las cosas se complican, y seguro se van a complicar, el grupo actúa unido debido a la relación que se ha fortalecido durante el tiempo, y que hace que no seas ya un compañero, sino alguien a quien conoces y le ves cercano.
Por eso Margaret habla de algo revolucionario: sincronizar las pausas del café para que se produzcan estos lazos.
Porque si actuamos individualmente, y el trabajo es ese sitio donde vamos para ganar unos ingresos, y nuestra interactuación es mínima, es probable que el trabajo se vuelva rutinario, monótono y absolutamente desmotivador.

Es esta interacción social la que permite que se consoliden los grupos y poco a poco se vaya sustituyendo la competitividad interna en la empresa por un trabajo social que pone los intereses del grupo por encima del de los individuos.
Margaret habla de sustituir las superestrellas, o aquellas súper personas que creen que pueden con todo, por una estructura colaborativa que gestione los problemas desde una conexión social.

En España tenemos el Ecosistema propicio para tener un Gran Capital Social, ya que nuestra forma de relacionarnos es altamente sociable y dedicamos mucho tiempo al conocimiento de la otra persona. Pero ese “mucho tiempo” ¿es por cotilleo o verdaderamente existe un interés en la persona?
Si somos capaces de enfrentar socialmente, como grupo, las distintas adversidades, seguramente tendremos más fuerza que si hay una sola persona que debe responsabilizarse de cualquier asunto.

Pero si la mentalidad de los managers es que mientras nos conocemos en grupo, con pausas para que nazca el Capital Social, estamos perdiendo el tiempo, entonces nos enfrentamos a una forma de gestionar basada en la autoridad y no en la confianza y la lealtad.
Por eso, cada vez que veamos a un grupo de personas tomar café juntos, durante las horas de trabajo, es posible que visualicemos un potente capital social que afrontara los problemas con muchísima más eficacia.
¿Os imagináis sincronizar las pausas de descanso en las organizaciones?. Si lo imaginas es posible.
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