¡¡¡ Asi no hay quien se concentre ¡¡¡

ruido en el trabajo¿Somos conscientes del nivel de ruido que tenemos a nuestro alrededor?. Y SI hablo de Ruido. Estoy convencido que nuestro cerebro se ha acostumbrado a ese ruido externo y lo asimila hasta que deja de ser perceptible en muchos casos. Si a eso sumamos nuestro “ruido interior” que es aquel que golpea en nuestro cerebro mediante pensamientos, reproches, conversaciones interiores y lo que yo llamo “tener la radio encendida”. ¡¡¡¡Así es imposible concentrarse¡¡¡.
Para las personas que transcurre su jornada laboral en una oficina tenemos infinidad de ruidos que evitan una mínima concentración:
–          Teléfonos de la oficina(el propio y el de los demás)
–          Teléfono móvil (con diferentes melodías)
–          El timbre de la puerta
–          El aviso de que nos ha entrado un mail (en el teléfono, en el ordenador, en la Tablet…)
–          Aviso de wasap o redes sociales (en los mismos aparatos)
–          Interrupciones de compañeros de trabajo (la más molesta la del jefe)
–          Ajetreo de personas entrando y saliendo
–          Escuchar las conversaciones telefónicas de los demás o las reuniones
alarmas luminosas
Es decir tenemos cotidianamente unos ding, ring, toc toc, sonido de pajarito (este personalmente me pone de los nervios), zoom, sonido de avión  y otros muchos que nos alteran cada vez que suenan. Si a eso añadimos las alarmas luminosas, como  la lucecita de aviso en el móvil de un nuevo mensaje o interacción, o el que se produce en la pantalla del ordenador, llevamos a nuestra percepción de todo lo exterior a niveles superlativos.
El profesor de Stanford, Clifford Nass, recientemente fallecido, sostenía que somos personas multitareas y que eso nos hace menos sociables, menos eficientes y menos inteligentes. Tal y como nos dice Carmen Garcia Herrera en su artículo del pasado 9 de diciembre de 2013, la multitarea se refiere a escribir un mail, tener varias pestañas del ordenador abiertas, hablar por teléfono y además escribir un tuit. Esto cada vez está más extendido.
Además el artículo nos invita a la reflexión que hacer algo a la vez que otra cosa se ha convertido en algo habitual. Contestamos un mail durante una comida con amigos, tuiteamos en el cine o hablamos por teléfono durante cualquier actividad que requiera algo de concentración. Eso nos hace ser menos eficientes, y por supuesto a cometer más errores que luego tendremos que subsanar.
Según Nass la capacidad para filtrar la información y los estímulos nos hará gestionar mejor la capacidad de concentración y análisis.  La falta de atención que demostramos haciendo varias tareas a la vez puede incluso crearnos problemas sociales con las personas que interactuamos y que no le prestamos la atención necesaria. Según Goleman, en su último libro FOCUS, el vínculo entre atención y excelencia es absoluto, y eso nos permite hacer mejor las cosas e incluso ser más felices.
espacio para concentracion
He notado que en las oficinas hay ausencia de “espacios de concentración”. Es decir lugares sin ruido externo, ni por supuesto interno, que sirvan para concentrarse, meditar y poder conseguir soluciones y reflexiones para los problemas o las estrategias de trabajo.
Se ha tendido hacia el “open space” (espacio abierto para los de aquí) donde todos vemos y oímos lo que hacen los demás. Hace poco algún compañero me decía que en su despacho (que suerte que él tiene) en un momento determinado del día cerraba la puerta, apagaba el móvil, apagaba el ordenador y se quedaba meditando durante un tiempo. El objetivo era doble; descansar y recuperar energía, y también poder concentrarse para poder solucionar los problemas que tiene encima de la mesa lo mejor posible. Esos “minutos de silencio” son como una inyección de energía y de claridad mental para afrontar los problemas.
open space
Un Director de Recursos Humanos, buen amigo y mejor profesional, me decía que para analizar la legislación laboral y los posibles casos de conflictividad laboral en su compañía, y os aseguro que se trata de una empresa muy conflictiva, se encerraba y pedía a sus colaboradores absoluto silencio para poder concentrarse en la lectura. Estoy convencido que eso le ha servido para ser más diligente en su trabajo y poder hacer las cosas con mayor ratio de éxito
Entonces ¿nos podemos permitir espacios de concentración en nuestra jornada laboral?. Si el ruido es la tónica en el lugar de trabajo, escoge un tiempo, aunque sea corto, durante el día, donde puedas relajarte, cerrar los ojos, “cerrar” los aparatos electrónicos que generan ruido y poder disfrutar de un minuto de concentración.
Os dejo con un video que propone un “como meditar en un minuto” (es en ingles pero esta subtitulado) para poder tener más energía y poder ser más eficientes. Espero que os guste
http://www.youtube.com/watch?v=7evHksiT1OQ&feature=share&list=FLqDsJIbSCbDD4uMPJeHS2JQ&index=68
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Comentarios

  1. Domi Maniega dice:

    O lo que es peor, llenamos el silencio de música.
    Hace un tiempo escribí algo referente a este asunto en mi blog personal, te adjunto el link por si quieres echarle un vistazo: http://www.maresdenubes.com/2012/03/silencio-y-comunicacion.html
    Una frase que me encanta referente a este asunto es de Miles Davis: “la verdadera música es el silencio”.
    Un saludo,

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