La Incertidumbre nos asusta y nos bloquea ¿Cómo podemos solucionarlo?

¿Qué suele darnos miedo?

Cuando éramos niños los “monstruos”, la oscuridad, o aquello que nos inquietaba por que podía hacernos daño era lo que nos asustaba.

A los adultos lo que verdaderamente nos asusta e inquieta es la Incertidumbre,  y  sobre todo no tener control sobre lo que va a pasar en nuestra vida.

Dice el Doctor Luis Rojas Marcos en su libro “Superar la Adversidad” (Editorial Espasa- 2019) que existen desdichas comunes y otras excepcionales.

Según los estudios recientes vamos a pasar al menos por un par de hechos traumáticos en nuestra vida. ¿Cómo prepararnos? NO podemos prepararnos ante lo inesperado, por ser algo que no podemos planificar ni controlar. Hechos como la muerte de alguien cercano y no prevista en el “orden natural” es algo para el que nadie puede prepararse.

Cuando un hecho traumático ocurre a “otra persona” solemos caer en la tentación de intentar consolarla diciendo que la entendemos.  Es totalmente erróneo pensar que “entendemos” cómo se siente la otra persona ante un hecho traumático e inesperado. Si no lo experimentamos en primera persona no podemos alcanzar la empatía total. No existe la igualdad de emociones sentidas por personas diferentes, ya que cada uno tiene un histórico de emociones y como las vive o puede vivirlas que nos hace totalmente diferentes. Por eso decimos que los Seres Humanos somos únicos y diferentes.

Por eso eliminaría la frase hecha “te entiendo” en este tipo de situaciones de consuelo al prójimo. No, no me entiendes (o no le entiendo) Crees que es así, pero lo que tú hayas vivido no es lo mismo a lo que vivo y siento yo ante este acontecimiento.

Como seres humanos nos gusta controlar nuestro futuro y lo que nos puede acontecer. Por eso pensamos en que vamos a hacer mañana, el finde o la próxima semana, o en nuestras vacaciones. Tenemos nuestro pensamiento en el futuro, que nos ilusiona porque estamos convencido que va a ser mejor que nuestro presente actual. Un nuevo reto profesional, una nueva casa, un nuevo coche… Esto es debido a la conciencia de futuro que tenemos.

Necesitamos controlar y anticipar los acontecimientos para sentirnos seguros y tranquilos.

Nuestro sentido de la seguridad está basado en la “falsa sensación de control” que tenemos sobre lo que creemos que va a ocurrir.

Y es cuando ocurren acontecimientos inesperados y que están fuera de nuestro “control” cuando nos derrumbamos,

Al ser humano le gusta lo que controla y al cerebro le encanta vivir en “piloto automático”, con tareas que domina y no le suponen angustia o desazón

Acontecimientos como un despido laboral que nos pille desprevenidos sin señales previas generan un desequilibrio emocional del que cuesta recuperarse.

Tras un acontecimiento como un despido que toca nuestra sensación de seguridad económica y social, se producen desencadenates que he comprobado en diferentes personas que suelen repetirse. Vienen una serie de etapas que suelen tener este orden:

  • Autoculpa: Que he hecho mal o debería haber hecho o no haber hecho
  • Rencor: Con lo que yo he dado a esta empresa. Que mal se han portado. Son unos desagradecidos.
  • Desesperación y frustración: ¿Ahora que hago? ¿Encontrare otro trabajo? ¿Será como el que tenía?
  • Aceptación: Bueno esto es lo que hay. Debo seguir adelante. Es hora de ponerse en busca de otro proyecto.
  • Ilusión: Lo mismo me viene bien. La verdad es que ya estaba un poco hart@ y necesitaba un cambio. Es posible que encuentre algo mejor. Lo mismo puedo emprender un proyecto propio y ahora es el momento.

No todas las personas tienen porque pasar por estas fases, ni recorrerlas todas en ese orden, aunque la mayoría de las que he observado durante mas de 25 años lo hacen.

El estrés y la ansiedad son compañeras de la desgracia y la calamidad. El azar puede hacer que personas con estabilidad emocional y equilibrio de vida puedan zozobrar ante acontecimientos inesperados.

¿Podemos prepararnos para estos acontecimientos inesperados? La repuesta es NO. Así de rotundo. Es como prepararnos para morir, es prácticamente una quimera ilusoria. Aunque si podemos entrenar nuestra menta para minimizar el Impacto emocional, si somos capaces de afrontar que puede venir algo que nos desestabilice emocionalmente.

¿Cómo podemos hacerlo? R-E-L-A-T-I-V-I-Z-A-N-D-O

Si logramos desdramatizar las desdichas comunes y poco importantes, o al menos no traumáticas, estaremos preparando a nuestro cerebro para momentos más complicados emocionalmente.

He comprobado cómo funciona observando a muchas personas. No enfadarse por pequeños “fracasos”, relativizar un problema no trágico, buscar rápidamente la solución sin perder tiempo…son formas de RELATIVIZAR.

Por eso te recomiendo que no pierdas tiempo empieza a relativizar y desdramatizar aquellas “pequeñas desgracias cotidianas” y dile a tu cerebro que empiece a pensar que eso es menos grave y que pronto pasara.

Comentarios

  1. Manuel dice:

    Amigo tu reflexión y tu manera de escribirlo es alucinante. Me refiero al post de que la incertidumbre nos asusta y nos bloquea, es una definición perfecta. No sólo para el ámbito laboral, también para nuestra vida diaria. Si algo hay en esta vida que nos asusta y bloquea, es que contar nuestras experiencias y errores, nuestras opiniones, nuestros miedos etc, cree un rechazo en la gente de nuestro alrededor. Nadie sabemos lo que sufre el de enfrente, y nadie sabe lo que sufres o te hace sufrir, pero es súper importante esa gente que tenemos al lado que hace por entendernos. Jamás podrás darte cuenta lo que supones para mí cuando hablas, cuando me llamas amigo, cuando sin decir nada me dices todo y me haces saber que podré contar siempre contigo, eso me hace luchar e intentar ser mejor persona cada día. Te quiero amigo

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