La vida retransmitida

Ha sido durante mi descanso vacacional cuando he podido observar tranquilamente el comportamiento humano de forma más pausada.
Ya hacía tiempo que venía observando como la pantalla de los Smartphone retienen la mayoría de la atención de las personas, yendo como “zombies” por la calle mirando sus “teléfonos inteligentes”, a riesgo de sufrir torticolis en el cuello y de chocar, como asi ocurren en muchas ocasiones, con las personas o parte del mobiliario urbano.
Hemos dejado de disfrutar por mirar el móvil. De observar, de ver la vida pasar.

Estuve en uno de mis lugares preferidos de España, un pueblecito pesquero, y mientras me sentaba en un restaurante al lado del puerto con mi familia observaba como una pareja joven a nuestro lado casi no mantuvieron conversación mirando sus teléfonos móviles. A veces sonreían mirando al móvil pero ni una vez les vi sonriendo mirándose. La vista era espectacular, la comida estupenda, y ambos jóvenes estaban de muy buen ver. Al finalizar pagaron la cuenta y salieron del local ¡¡¡¡mirando al móvil¡¡¡¡.
¿Qué nos está pasando? ¿Prestamos más atención a la pantalla que a lo que nos acontece alrededor? ¿Una pantalla domina nuestra vida y nuestra atención?
Lo más preocupante es que lo vivo en primera persona con mi hija adolescente. Cualquier sonido que la “maquina inteligente” emite requiere de su atención inmediata. Estoy convencido que muchas personas responden a los estímulos de los sonidos de un móvil como autómatas.

Además de la moda de hacer fotos a todo y a todas horas, incluyendo los famosos selfies, que hacen que dejemos de prestar atención a aquello tan maravilloso que esta a nuestra alrededor.
La última moda es “grabar” lo que nos está pasando. Encuentro personas que se dirigen al móvil y le hablan enfrente suyo. Cuando te acercas ves cómo están retransmitiendo el momento. Es como contárselo a muchas personas a través de un aparatito. Hablan, comentan, y luego enfocan hacia lugares o sitios para volver a comentar a la pantallita.

Dejan de prestar atención para convertirse en reporteros de su propia vida. Se trata de retransmitir, a cualquier hora, lo que está pasando. Hemos recogido la actividad periodística como si fuera propia y narrando lo que nos parece más interesante a nosotros: nuestra propia vida.
Estamos dejando de disfrutar para poder grabar lo que nos pasa, con una pose para ello. Estamos hablando a los móviles en lugar de a las personas. Para preocuparse.

Tras el fatídico y horroroso atentado terrorista en Barcelona las redes sociales ardieron con fotos y videos de la tragedia. Me llamo la atención un Tweet de Euprepio Padula que decía lo siguiente:
TIRAR LOS PUTOS MOVILES y Dejar de grabar y ayudar a los heridos
Euprepio Padula en Twitter_ _TIRAR LOS PUTOS MÓVILES y Dejar de grabar y ayudar los heridos. #Barcelona https___t.co_rE7nQLoxeF_
Y es que hemos pasado del postureo y el aparentar a querer ser importantes retransmitiendo lo que pasa a nuestro alrededor, sea lo que sea, y como en el caso del Atentado en Barcelona, sea para erigirse en protagonistas contando en lugar de ayudando.
Mira a tu alrededor ¿Qué está pasando? O más bien ¿Qué te estás perdiendo?
Sígueme en Twiter @AngelLargo1970

Comentarios

Escribe tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Entradas más visitadas