Mi historia personal

Nací en 1970 en el Hospital de la Paz en Madrid. Mis padres son de un pequeño pueblo de Toledo, llamado Noez, por el cual siento un apego personal muy fuerte ya que allí he vivido momentos muy felices de mi vida y es el punto de encuentro con amigos y familiares.

Mi infancia transcurrió entre el Barrio del Pilar y mi pueblo. Dicen que cuando era pequeño había una dictadura en esta país, pero casi no lo recuerdo. Mis recuerdos políticos de aquella época tienen que ver con las primeras elecciones generales, buscando el nombre de mis padres en los listados de los colegios y haciendo cola para votar. Recuerdo a mucha gente en la calle y un clima de felicidad y alegría.
Siempre fui un niño que sacaba buenas notas, sin destacar. Mi madre me apuntaba a un montón de actividades extraescolares, las cuales no complete ninguna ya que solo duraban un año o dos escolares. Realice natación, tenis, taekwondo, flauta, guitarra, fotografía y alguna más que no recuerdo. Con 12 años gane algún premio de relato corto en la escuela y aun conservo el premio que me dieron, una bola del mundo.
El pueblo produjo que viviera con gran intensidad mi infancia y mi juventud, ya que se vivía en la calle, con los amigos, sin preocupaciones, sin miedos. Nuestros padres no nos vigilaban, estaban en sus cosas mientras nosotros jugábamos en el parque, al futbol, al baloncesto, al tenis, al beisbol, al escondite, a las chapas. Viví el mundial 82 de Futbol de España por la tele, el 12-1 a Malta, la Eurocopa de Francia y el primer gobierno socialista de la democracia.
Mi juventud transcurrió entre finales de los 80 y los 90. Fue una época muy divertida. No teníamos teléfonos móviles por lo que al quedar con los amigos confiabas en que vinieran porque no se les podía localizar después. Llamábamos desde cabinas de teléfono, donde nos metíamos muchos para “echar unas risas”. Nos bebíamos minis de cerveza, que luego fueron bikinis y luego trikinis (tres litros de cerveza). Íbamos a las discos intentar ligar y “pedíamos salir” a las chicas.
Desde muy pequeño siempre quise ser Juez, para arreglar las injusticias de este mundo pero al llegar a la selectividad sufrí tal bloqueo en los exámenes que bajo mi nota media y no me dio para estudiar Derecho en la Universidad Pública y decidí estudiar Ciencias Políticas con la idea de hacer un año y cambiarme a Derecho, ya que me convalidaban asignaturas. El primer año de estudios en la Facultad me “engancho” y decidí quedarme a realizar la carrera entera. Me especialice en Relaciones Sociolaborales porque era la que me decían que tenía más “salidas”. Hoy en día en mis charlas a los chavales jóvenes les digo que estudien por vocación e interés personal y que se olviden de las salidas.
Al terminar la Facultad, cosa que hice en tiempo y forma, hice el Servicio Militar. Ahí me encontré con la “otra España”. En un cuartel de 500 Soldados yo era el único con Estudios Superiores terminados, y como no podía ser de otra forma, me metieron para ser Maestro a lo que llamaban “Extensión Cultural”. Donde tenía a unos 60 soldados que no tenían el Graduado Escolar y 2 personas que no sabían leer ni escribir. Antes de licenciarse los soldados tenían unos exámenes para sacar el título de Graduado Escolar. Muy pocos lo consiguieron pero recuerdo con especial cariño a uno de ellos que se licenció antes que yo y que nos llamo desde su tierra agradeciéndonos el haber sacado el título de Graduado Escolar porque gracias a eso pudo entrar a trabajar en la Renault de Valladolid. Fue la primera vez que participe indirectamente en el cambio de vida de una persona y eso me marco.
Antes de comenzar el Servicio Militar tenía claro que quería realizar una oposición al Cuerpo de Técnicos de la Seguridad Social, pero durante la Mili me di cuenta que estudiar una oposición no era lo mío y decidí hacer un Master de Recursos Humanos en la Escuela de Negocios ESIC en Pozuelo. Durante el Master descubrí otra realidad docente distintos. No nos hablaban solo de Teoría sino que nos contaban cosas que estaban ocurriendo en las empresas en ese momento. Para mí fue una experiencia muy enriquecedora ya que fue mi primer contacto, aunque sea indirecto, con la realidad empresarial y con otra forma de dar clase. Tenía claro que quería dedicarme a los Recursos Humanos. Hoy en día mantengo mi vinculación con ESIC y participo con ellos en las diferentes actividades que organizan.
Al terminar el Master, en el año 95, España estaba sumida en una crisis profunda, que afectaba al mercado laboral, y el primer trabajo que encontré fue de Comercial de Seguros. Estuve 3 meses y no vendí ni un solo seguro. Después estuve en “Practicas” en una Consultora de Recursos Humanos, realizando labores de presentaciones comerciales a empresas. Al año fiche por una Empresa de Trabajo Temporal que renovaba su equipo comercial. Entramos 4 personas y a los pocos meses estaba yo solo. Empecé ganando 57.000 pesetas netas (unos 345 €) y al dejar la empresa ganaba unas 500.000 pesetas (3.000 €).
Durante mi estancia en la Empresa de Trabajo Temporal comencé 3 grandes proyectos. Conocí a la que luego fue mi mujer, me saque el carnet de entrenador de futbol y empecé con un Proyecto de Empresa que luego concretó en mi primera empresa.
En el año 1998 me embarque en mi primer proyecto empresarial, con otros dos socios, que llevaba el nombre de Solutio Consultores. El azar determino que los primeros nombres que pedimos al registro estuvieron cogidos y que el nombre de Solutio solo también, por lo que el apellido Consultores habilito a la empresa. La palabra Solutio me ha acompañado a lo largo de mi vida ya que muchos de los proyectos empresariales que he iniciado han tenido esa palabra como origen.
En el año 2002 ocurre algo muy importante en mi vida, y no es que ganara Brasil el mundial de Futbol, sino que nació mi hija Andrea. Hasta entonces ser Padre era un deseo, y pronto vi que además era una gran Responsabilidad. Ella cambio los valores y prioridades de mi vida y transformo el significado de levantarse todos los días por algo. Mi hija ilumina el camino de mi vida y desde el más profundo amor he descubierto cosas con ella que no podía haber hecho solo.
Desde 1998 he iniciado otros proyectos empresariales con otras personas, una Empresa de Trabajo Temporal, una de Servicios Industriales, un Despacho de Abogados y una empresa de Marketing. He conocido a muchas personas, y las que me quedan por conocer, y he aprendido de cada experiencia. He comprendido que la Felicidad es sentirse triunfante, gozoso, y disfrutar de lo que tienes, sea mucho o poco.
Tengo nuevos proyectos en mente y todos los días intento renovar la ilusión. Ahora que me conoces un poco más espero que puedas compartir un poco de tu tiempo conmigo.

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