¿En verdad somos libres?


Hoy me gustaría hacer una reflexión sobre la Libertad. Ese bien que tanto nos cuesta apreciar y que como dice una buena amiga: » la libertad no se consigue, se conquista».
¿En verdad somos libres? Piénsalo detenidamente, ¿en qué consiste tu libertad?
Me asombro como a veces nos convertimos en esclavos del qué dirán y de nuestra imagen externa. Observo como muchas personas se esfuerzan en dar una «imagen» de cara a los demás. Ese esfuerzo provoca en muchas ocasiones agotamiento. Quiero que me vean como alguien serio, responsable, confiable, inteligente, moderno, interesante…..una serie de etiquetas y clasificaciones que condicionan nuestra forma de comportarnos. Esto nos puede provocar tal stress que puede llevarnos a una de las peores situaciones que puede llegar a alcanzar el ser humano: Dejar de ser uno mismo. Es decir NO ser AUTÉNTICOS.

La autenticidad se basa en la aceptación de uno mismo, de sus virtudes y de sus defectos, del reconocimiento que somos seres humanos, o más bien «seres erróneos», ya que nuestra tendencia natural es a equivocarnos y a cometer errores, que forman parte de nuestro aprendizaje.
Cuando fingimos ser quienes no somos estamos transformándonos en quien no queremos. Cuando renegamos de nuestra esencia, de nuestra incoherencia humana, es cuando entramos en una discusión interna, un conflicto con nosotros mismos que no se resuelve sino lo afrontamos directamente.
Que decir de la esclavitud de la imagen física.¿ Nos definimos por cómo nos vestimos o como esta cincelado nuestro cuerpo? Esto no significa que no deseemos estar bien con nosotros mismos, pero sin pagar el precio que el sufrimiento constante otorga a los esclavos de la imagen

Hace ya unos años que las altas temperaturas nos abordan en algunos meses del año, cada vez más de lo habitual. Parece ser que las «normas sociales», y más aún en el entorno laboral, nos «obligan» a vestir con una ropa determinada, sobre todo en los hombres y sus trajes, que nos hacen sufrir las altas temperaturas con ropajes destinados a otras épocas del año. Aunque esto cada vez está cambiando, ya que la «vestimenta laboral» ha tendido relajarse cada vez más, aún nos encontramos con personas sudorosas en alzamiento de la bandera de la elegancia y el buen vestir. !!! Como las veo sufrir!!!
Otro de las incongruencias de marzo da es el culto al cuerpo humano. En una película de dibujos animados Vecinos Invasores los animales que invadían la sociedad urbanita dialogaban sobre la costumbre humana de comer más de lo que necesitan para luego hacer dietas, comprar medicamentos «mágicos» o hacer ejercicio con un gran sufrimiento. Los animales veían como el ciclo comer, remordimiento y sufrir se repetía, desperdiciando un montón de comida y energía en todo este ciclo.
https://www.youtube.com/watch?v=hDup8nyd8uk
Es curioso como a veces pensamos que poseemos cosas, y son las cosas las que nos poseen a nosotros, ya que para conseguirlas o mantenerlas dejamos parte de nuestra libertad y de nuestra vida, consumiendonos en lo que consideramos «disfrutar» de las cosas, cuando en realidad son las «cosas» las que tienen el control sobre nuestra vida
Te lo vuelvo a repetir:¿ de verdad eres libre?

Comentarios

  1. Luis Acosta dice:

    Estimado Ángel, coincido contigo en tus reflexiones, máxime que -como sabes- desde hace muchos años, más de la mitad de los que tengo, el bien que más he perseguido conseguir es el de la libertad. Otros bienes ya los tenía, pero en mi moderado bienestar sin embargo faltaba un bien supremo: la libertad. No obstante, somos seres sociales y vivimos -queramos o no- condicionados por infinidad de factores externos (convenciones sociales, modas, influencia de los medios de comunicación, tradiciones, etc.) y la libertad absoluta es imposible de alcanzar, pero al menos sí, el tipo de libertad que le permita a uno vivir en dignidad -ese creo haberlo conseguido. Un fuerte abrazo.

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