No aguanto la presion. Necesito un cambio

juan carlos I  y felipe VMuchas son las señales que podemos observar con respecto a la gran presión que sufren las personas y que terminan precipitando un cambio importante en sus vidas.
El último ejemplo público lo hemos tenido con la abdicación del Rey Juan Carlos I de España en la persona de su hijo, ahora conocido como Felipe V. Muchas razones se han esgrimido al respecto de este acto por parte del único monarca vivo que hemos conocido muchos españoles. La reflexión que podemos hacer es como una persona, un ser humano, decide afrontar un cambio importante porque se ve sometido a presiones, internas y externas, pero sobre todo basadas en la vivencia del día a día, que le encaminan a decir Hasta aquí y dirigir el rumbo de su vida en otra dirección.
Antes habíamos vivido otras abdicaciones reales, en las personas de los Reyes de Bélgica y Holanda, con circunstancias diferentes, pero ambos se plantearon y se obligaron a decir Basta ya y tener que cambiar las circunstancias de su vida tal y como estaban hasta ese momento.
benedicto XVI y Francisco
Otro ejemplo de finalización de etapa, y también basado en el agotamiento y la creencia de no poder llevar a cabo la responsabilidad del puesto que se necesita, es el caso de la renuncia de Joseph Ratzinger, como Papa de la Iglesia Católica, siendo conocido como Benedicto XVI. De nuevo vemos un hecho insólito, como es que un Papa en vida deja de ejercer su liderazgo de la Iglesia Católica. Como Ser Humano no puedo imaginar las cosas que se le pasaron a Ratzinger por la cabeza antes de tomar una decisión tan importante históricamente.
En algunos países algunos políticos dimiten de sus puestos, sin que haya terminado el periodo de su mandato. Algunos obligados por las circunstancias y otros convencidos de su responsabilidad.
Cada vez vemos más gobernantes que deciden no presentarse a una reelección, basando su decisión en un agotamiento de estar en primera línea y con una fuerte presión mediática y social.
Pero volviendo a personas más cercanas, cada vez más observo como muchas personas sufren por algunas circunstancias y no se atreven a tomar las riendas de su vida y poner fin a esa amargura. Prefieren seguir con su Vía Crucisllegando a soportar fatiga, malestar e inclusive caer en la enfermedad. Algunos sufren en su trabajo, otros por una relación de pareja que les atormenta, otros porque no están cómodos en el sitio o lugar donde les toca vivir, y así con infinidad de posibilidades que llevan al tormento del ser humano. Les cuesta tomar una decisión importante en sus vidas.
sufrir
Una persona conocida mía, que llevaba mucho tiempo trabajando en una misma empresa no podía plantearse un cambio porque creía que estaba en el mejor sitio posible, aunque su jefe y el entorno le estaba haciendo imposible poder continuar su trabajo, ya que no podía desarrollar su trabajo en condiciones normales,  y le estaba costando su salud. En un momento determinado me pidió su opinión y solo le dije “Hay vida después de esta compañía”. A veces creer que estamos en el mejor sitio posible nos imposibilita ver otras realidades. Después de precipitarse su salida de la empresa, forzada por su superior directo, hoy es tremendamente feliz trabajando en una pequeña empresa y con mayor responsabilidad y posibilidad de desarrollarse profesionalmente y como persona.
La capacidad de decir hasta aquí depende de si uno se ve obligado, si ya no puede más, o bien, como sería lo recomendable, fruto de una profunda reflexión interior que decide tomar otro camino como posibilidad de ser más feliz y disfrutar de mayor bienestar.
Como ya he dicho en otras ocasiones, lo más duro de decidir, dar un giro o cambio, es que tienes que renunciar a algo, y pasar a otra realidad diferente.
decidir es renunciar
Os aseguro que las personas que he podido vivenciar en primera persona que han tomado la decisión, tienen un gran descanso y disfrutan de una paz interior solemne cuando su decisión es firme.
Hace tres años empecé recogiendo historias de personas que habían decidido cambiar su vida, fueron 13 historias que tengo recogidas en grabaciones diferentes,  y que algún día publicaré, ya que tengo el permiso de sus protagonistas. En todos los casos hubo una etapa de enorme sufrimiento, seguida de un detonante que precipito una decisión, y posteriormente una toma de decisión que les hizo alcanzar la paz y serenidad para afrontar la siguiente fase de su vida.
Y tú ¿necesitas un cambio o aguantas todavía?
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