El joven emprendedor. Una salida profesional

El 23 de Mayo tuve el inmenso placer de ser invitado por la Escuela de Negocios ESIC para formar parte como miembro del jurado del premio de Iniciativa Emprendedora. Además del trato exquisito que siempre da la Escuela, y mi vinculación sentimental como Antiguo Alumno, he de dar las gracias especialmente a Enrique Roldan, Director del Departamento de Dirección de Empresas, y a Javier Oñaderra, profesor de ESIC. También quiero hacer mención a los buenos momentos que pase con Belén Castaño, directora de Aje Madrid. Finalmente no nos pudo acompañar en la deliberación, que si en la comida, el Director de Relaciones institucionales de la Caixa, Fernando Moroy.
Diferentes grupos nos presentaron sus proyectos en un tiempo de 10 minutos para luego exponerse a nuestras difíciles preguntas, sobre todo las mías ya que se me encargo el papel de “malo”, y pido perdón a los chic@s si les hice pasar un mal rato. El nivel fue bastante aceptable y hubo algunos proyectos que eran bastante interesantes.
Personalmente, después de haber montado 7 empresas en los últimos 13 años, el criterio que me impulso para poder decidir el premio fue que el proyecto fuera Viable, es decir, que pudiera estar en mercado ya mismo. Algunos de los proyectos reunían esas características, aunque la juventud de los participantes les hacía tener una visión idealista de la trayectoria de sus proyectos. Hubo un grupo que me llamo la atención especialmente ya que planteo una hipótesis de salida en el caso de que el proyecto no llegase a ser rentable, donde planteaban un máximo de pérdidas para poder abandonar el proyecto. Creo que esa realidad hay que tenerla en cuenta a la hora de lanzar, siempre con la máxima ilusión, un proyecto empresarial.
Independientemente de los ganadores, ya que todos los grupos derrocharon ilusión y esfuerzo, me quedo con la imagen de una juventud que si quiere pude hacer grandes cosas. Ya tuve mi primer contacto con ellos en unas charlas que di sobre mi historia personal montando empresas, y pude constatar como muchas personas jóvenes tienen inquietudes más allá de la “botellona”. Aunque he de reconocer que me pone muy triste cuando veo estadísticas que dicen que muchos jóvenes aspiran a ser “Funcionarios”. Esa imagen de una juventud adormecida, sin ideales, sin ilusiones y sin objetivos, se va transformando poco a poco cuando en un contacto directo con ellos, como fue mi caso en ESIC, o como movimientos como el 15-M, independientemente de los radicalismos, hacen que mi visión personal de la juventud haya evolucionado en positivo.
El mensaje que lanzo, siempre que puedo en conversaciones con menos gente, o en charlas más multitudinarias, es que el Autoempleo es una salida laboral tan válida como el sacarse una oposición, y puedo asegurar que mucho más gratificante en el tiempo.
En el año 1998, cuando monte mi primera empresa, tenía tanta ilusión como inconsciencia a la hora de tomar decisiones sobre el proyecto empresarial. Esa inconsciencia me ayudo a hacer cosas que seguramente hoy en día no me atrevería. Ese es el mensaje que quiero lanzar a los jóvenes: Ser Inconscientes, hacer locuras razonadas, tomar decisiones impulsivas. Ese motor os ayudara a poder realizar vuestros sueños. ¿Y qué es lo peor que os puede pasar, que salga mal?. No os preocupéis os quedaran todavía unos 40-45 años para poder rehaceros.
No estoy de acuerdo con los que piensan que para montar una empresa hace falta experiencia. Para mí lo más importante para montar un negocio, el que sea, es la ilusión sin limite, que es ese estado de excitación en el que nada te puede parar, el tiempo se detiene y cualquier obstáculo te parece salvable. Para mi esa es la diferencia entre la persona que saca adelante su proyecto, independientemente de la edad, y el que lo deja en un cajón.
No creo en las apuestas a medias, y con esto identifico a todo aquel que quiere lanzar un proyecto pero le da miedo dejar su puesto de trabajo, quiere montar una empresa pero no deja de estudiar la oposición, desea el autoempleo pero también poder irse de vacaciones cuando quiera. Un proyecto significa el máximo desempeño, y poner corazón y alma en lo que haces, porque crees en ello. En ese momento las posibilidades de Éxito suben enormemente.
Gracias juventud por demostrarme que otro futuro es posible. No me falléis.

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