Porque Homer Simpson nunca seria despedido (en España)

Si hay un ejemplo y un paradigma sobre el trabajador poco motivado y poco productivo ese es Homer Simpson. Durante el gran número de temporadas que la serie nos trae (¿Por qué no crecen nunca los niños?), hemos podido observar a Homer en múltiples ocasiones en su puesto de trabajo, o también con circunstancias relacionadas con su trabajo.
Homer, es un trabajador que tiene un trabajo monotono, exento de retos, y bastante mecánico. Se trata más bien de un “Controlador” al cual no se le permite desarrollar nada creativo en sus funciones. Nadie le da instrucciones, ni se preocupa por sus resultados. Nunca ha sido evaluado, ni ha tenido un seguimiento.
Durante todos estos años Homer ha pasado por muchas aventuras y circunstancias distintas en su día a día laboral, el cual no le apasiona, pero lejos de los capítulos con circunstancias especiales se repiten una serie de comportamientos y actitudes en Homer que seguramente podamos ver en otras personas:

  • Presentismo: Siempre está presente en su puesto de trabajo, aunque no esté haciendo nada útil o simplemente pasando el tiempo. Es cumplidor, excepto cuando se escaquea. Si puede evitar ir al trabajo con cualquier excusa, ya que su trabajo consiste en estar presente, y eso es aburrido.

  • Es Obediente: Aunque en algunos capítulos se rebela, normalmente Homer es un empleado obediente y hace lo que le piden. No cuestiona las decisiones, simplemente ejecuta lo que se le dice, aunque a veces no tenga consecuencias positivas o lleve a un desastre o caos.

  • Es querido por los compañeros: Como su trabajo no tiene dificultad, Homer se dedica a “departir” con los compañeros, los cuales lo admiran (algunos veces lo envidian) por la gran vida que tiene. Suele entretenerlos y hablar constantemente con ellos, ya que nadie le controla y puede hacer lo que le de la gana. Se genera la simpatía de sus compañeros de trabajo y eso le satisface y sustituye lo aburrido de sus tareas.

  • Trata con respeto al jefe: Tiene respeto por el máximo mandatario, y eso le produce cierta seguridad en su puesto de trabajo. Incluso le tiene miedo, cosa que al Jefe le gusta y disfruta. Al jefe no le gusta los que le cuestionan o le contradicen

Por todo esto, seguramente Homer nunca seria despedido en España, ya que reúne las cualidades para ser un empleado que cumple con su tarea, aunque no se involucre ni se comprometa. ¿Cuántos de estos hay en nuestras organizaciones?
Eso sí, siempre nos gusta criticarlos, ya que pensamos que no somos como él. ¡¡¡Que haríamos si no tuviéramos un Homer al que criticar en nuestra empresa¡¡¡
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